08 octubre 2014

¿QUÉ SIGNIFICA EL MAYOR PRESUPUESTO PARA CULTURA?


Se ha anunciado el proyecto de ley de presupuesto para 2015 y con él la idea de que el dinero para la cultura ha tenido un fuerte aumento. Las cifras son innegables: hay contemplados 21 mil millones de pesos adicionales respecto del año en curso, se sube de 80 a 101 mil millones, sumando sólo el Consejo Nacional de la Cultura y los fondos concursables. Sin dudas, es más plata, la pregunta es cómo ello se traducirá en mejor y más cultura para los chilenos. 

Una primera mirada parece sugerir que uno de los principales ejes que sustentan el modelo de desarrollo cultural del país, los fondos públicos asignados por pares, pierde terreno respecto de los recursos asignados directamente por la autoridad. Mientras en 2006, fecha del primer estudio al respecto, estos ultimos recibían sólo un tercio más que los fondos concursables, el 2015 recibirán dos coma tres veces más de lo que recibirán dichos fondos. Podría pensarse que asistimos a una especie de frenazo al aumento sostenido que habían evidenciado los fondos desde su creación y que cada vez es mayor la cantidad de dinero que se asigna directamente por el gobierno, sin pasar por los consejos en que participa la sociedad civil.

Desde 2006 a la fecha, el presupuesto de cultura, considerando sus cuatro principales componentes -Consejo Nacional de la Cultura, Fondos concursables, más DIBAM y Bibliotecas Públicas-, se ha más que triplicado. En términos porcentuales, la importancia de cada uno de estos componentes se ha modificado de la siguiente manera: el Consejo Nacional de la Cultura ha subido su participación de un tercio a casi la mitad; la DIBAM ha bajado de un tercio al 28%; los fondos han bajado de poco mas de un cuarto -26%- a un quinto (20%). Las Bibliotecas Públicas descendieron del 6 al 3%.
Para 2015, los recursos asignados con participación de la sociedad civil, suben un 11% (de 27,4 a 30,4 mil millones), tres mil millones de pesos más para el Fondart y los fondos sectoriales del libro y lectura, música y audiovisual. Lo que no parece estar en sintonía con el natural aumento de las postulaciones a los mismos que satisfacen aproximadamente sólo un diez por ciento de lo solicitado por artistas, gestores, profesores y otros profesionales.
¿Dónde está entonces el gran crecimiento?

El presupuesto del Consejo Nacional de la Cultura crece en 18 mil millones de pesos, un 35% respecto del 2014. Considera gastos en personal y las transferencias al sector privado y a otras entidades públicas, según lo determinado en la ley. Es decir, aquello que se transfiere sin pasar por el Directorio Nacional del Consejo, incluyendo los programas asignados "por resolución del Consejo Nacional de la Cultura", que son aquellos en que se refleja la voluntad del gobierno.

Tienen un crecimiento cercano al 10%: el Teatro Municipal, el Centro Cultural Palacio de La Moneda, la Fundación Teatro a Mil y la DIRAC del Ministerio de Relaciones Exteriores.
Un crecimiento superior tienen el GAM (de 2 a 2,5 mil millones), Balmaceda Doce Quince (de 214 a 871 millones) y Matucana 100 (de 214 a 566 millones), instituciones que sufrieron grave deterioro de sus ingresos en el gobierno anterior. En el caso del GAM, considera dineros para el rediseño de una sala que debió construirse con un plan arquitectónico que se desactualizó debido a la postergación del proyecto.
Aumentos cercanos al 15% benefician a programas del área socio cultural de la Presidencia, como la Fundación Artesanías de Chile o las Orquestas Sinfónicas Juveniles e Infantiles de Chile; crecen más que el promedio también el Parque Cultural de Valparaíso; el Fomento al Arte en la Educación, y el Fondo del patrimonio (que sube de 1,5 a 2,5 mil millones).
Entre quienes decrecen se encuentra la Red Cultura (de 4,2 a 3,5 mil millones) y los programas de construcción de Centros Culturales y de Teatros Regionales; surge a cambio un nuevo programa de Financiamiento de Infraestructura Cultural Pública y/o Privada, dotado de mil millones de pesos, que incorpora la posibilidad de que el estado financie espacios de particulares.
Las novedades de este presupuesto 2015 son el programa de Centros de creación y desarrollo artístico para niños y jóvenes, una de las medidas del Plan de Gobierno, que dispondría de 2.4 mil millones para su funcionamiento;  el Sistema nacional de patrimonio material e inmaterial (mil millones) para promover el desarrollo sustentable; el Programa de intermediación cultural (2,1 mil millones) destinado a fortalecer la asociatividad de la red de entidades culturales, y el Programa nacional de desarrollo artístico de la educación (1,2 mil millones) para contribuir a través del arte a la calidad de la educación.
En síntesis, se puede deducir cuatro características del nuevo proyecto de presupuesto:
1. Se acentúa la tendencia de achicar, proporcionalmente, los fondos concursables, que son una eficaz manera de incorporar a la sociedad civil al desarrollo cultural, en una doble condición, como postulantes a recursos y como asignadores de los mismos.
2. Se repara el daño causado por restricciones derivadas del gobierno de Sebastián Piñera, que redujo a la mitad los fondos asignados a Balmaceda Doce Quince y Matucana Cien, durante 4 años, y se financia un rediseño de arquitectura de la gran sala del GAM debido a los gastos que dicha obra sufrió ante el retiro de la "prioridad presidencial" por parte del gobierno anterior. Con un aumento total de mil millones para estos tres centros culturales.
3. Se mantiene, con reajustes, lo aportado a entes culturales de impacto nacional como el Teatro Municipal o el CCPLM, internacional, como la DIRAC o aquellos dependientes del MINEDUC, como la DIBAM que sube de 37,5 a 41 mil millones de pesos y las Bibliotecas Públicas (de 4,4 a 4,7 mil millones).
4. Hay un esfuerzo por aumentar la presencia gubernamental en la cultura, en dos sentidos: crecer hacia las áreas que tradicionalmente ha llevado el Ministerio de Educación como patrimonio y educación artística y se crean nuevos programas vinculados a el plan de gobierno de Michelle Bachelet (por 6,7 mil millones), lo que se ve complementado por una leve reducción de dinero a programas asociados al gobierno anterior.

Por tanto, la respuesta a la pregunta inicial es que se trata de un presupuesto reparador por una parte, de adaptación a los nuevos tiempos políticos por otra, de mantención en lo principal y que genera preocupación respecto del valor que las autoridades otorgan a la participación de la sociedad civil en la asignación de recursos públicos en cultura, lo que al menos para las artes, es esencial.

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